Oceáno primigenio de luz y de sombra. Aguas oscuras de donde todo emana y a donde todo retorna, principio y fin del ciclo eternamente repetido, manantial infinito de sueños y pasiones, de deseos y placeres, fuente maravillosa de potencias y posibilidades que sólo la vuelta a la vida hace realidad...
La lluvia. Las nieblas agarradas en los picachos, acolchadas en los valles, manando de los oscuros bosques como el humo de mil hogueras. El viaje. El frío. Tú y yo. El aroma del norte y del eucalipto. Los ásperos tojales empapados de agua. Las risas y los silencios compartidos. Las merendolas en casa de mamá. Los reencuentros y las despedidas.
Y el mar... el mar eterno, cargado de vida, manchado de muerte; el mar llamando día y noche con su bronca voz, envolviéndolo todo en su aliento húmedo y viscoso con olor a sal.
"Ve y trae una estrella fugáz, deja encinta una mandrágora, dime donde están los años pasados, o quien partió el pie del Diablo. Enséñame a escuchar el canto de las sirenas, o a alejarme de la punzada de la envidia, y da con el viento capaz de adelantar a una mente honesta."
Nunca he sido capaz de fotografiar un rayo. Me dices que es imposible, que con mi cámara no se puede.
Y yo sé que tienes razón, pero siento una especie de gusto infantil cuando, mojándome bajo la lluvia, espero cámara en mano, en un vano intento de alcanzar o inalcanzable, ese efímero instante en que la noche se ilumina entera con el brusco resplandor.
Luego te enseño en mis fotos la oscuridad que deja el relámpago huido, y tú te ríes. Pero sé que te gusta verme así, con el pelo mojado y la ropa pegada a la piel. Se que te gusta, aunque después de reírte finges enfadarte, y me dices que si me mojo voy a acabar por coger una pulmonía.
Esta tarde, mientras atravesábamos las llanuras de castilla rumbo al norte, contemplaba el resplandor de los relámpagos a través de los cristales del coche. El azul oscuro del cielo rasgado aquí y allá por la furia de Zeus en un atardecer oculto tras las nubes, el ruido de la lluvia, el salpicar de los charcos en la carretera y tu presencia silenciosa mientras conducías a mi lado.
quand l'orage est passé
sur le genévrier
sur le lilas violet
de nos amours rêvés
la nature nous tient dans un nouveau désir d'aimer
quand l'orage est passé...
quand l'orage est passé
sur mes sombres pensées
sur tous les feux follets
de nos amours rêvés
la nature nous tient par 10 000 nouvelles beautés
quand l'orage est passé...
la nature nous tient par 10 000 nouvelles beautés
quand l'orage est passé...
quand l'orage est passé
lambeaux de cerisiers
blanches orties
blancs pommiers
de nos amours rêvés
quand l'orage est passé
la nature nous tient dans un nouveau désir d'aimer
quand l'orage est passé...
la nature nous tient par 10 000 nouvelles beautés
quand l'orage est passé...
